46/2016 De los posgrados del CICESE al Premio Municipal de la Juventud 2016

Ensenada, Baja California, México, 22 de julio de 2016. Conducta, esfuerzo, dedicación y ejemplo promotor de progreso. Estos son los cuatro valores que el jurado calificador tomó en cuenta para seleccionar a David Shimomoto Sánchez y a Daniela Silem Chávez Ramírez, como dos de los ganadores del Premio Municipal de la Juventud 2016.

Ambos tienen además un común denominador: los posgrados del CICESE. David Shimomoto es alumno de la maestría en Física de Materiales, programa que, con ese nombre, ofrecieron hasta 2015 el CICESE y el Centro de Nanociencias y Nanotecnología de la UNAM de manera conjunta, y que hoy se denomina en Nanociencias, en tanto que Daniela Chávez egresó en diciembre de 2015 de la maestría en Ciencias de la Vida.

El Premio Municipal de la Juventud lo otorga anualmente, a nombre del ayuntamiento de Ensenada, el Instituto Municipal de la Juventud (IMJUVENS) en tres categorías: de 12 a 17 años de edad; de 18 a 24, y de 25 a 29 años. Se divide, además, en cuatro modalidades: Compromiso y labor social, Cultura, Logro académico y Ciencia y tecnología.

David y Daniela ganaron en Ciencia y tecnología, el primero en la categoría de 18 a 24 años, y Daniela en la de 25 a 29 años.

El titular del IMJUVENS, Rubén Iván González Raygoza, informó que la ceremonia de premiación se llevará a cabo el próximo 12 de agosto en las instalaciones del Salón Casino del Centro Social, Cívico y Cultural Riviera, y puntualizó que se eligió esa fecha pues coincide con la celebración del Día Internacional de la Juventud.

En total, ese día se entregarán reconocimientos a 11 jóvenes en las distintas categorías y modalidades.

Para David Shimomoto se trata del segundo premio que gana este año, toda vez que a principios de junio ganó, junto con sus compañeros de maestría, Iván Antonio Peralta Mendoza y José Antonio Tejeda Rodríguez, el Premio Santander a la Innovación Empresarial 2016 por haber desarrollado un sensor basado en nanotecnología que obtiene lecturas precisas y en tiempo real sobre los niveles de glucosa en la sangre. Los tres trabajaron para desarrollar la idea innovadora desde los campos de las ingenierías en nanotecnología y electrónica y así darle vida a este biosensor, el cual emplea un método no invasivo que mide, en la piel, el nivel de glucosa presente en la sangre.

Por lo que respecta a Daniela Chávez, ella estuvo trabajando en el Departamento de Innovación Biomédica bajo la dirección del Dr. Alexei Licea Navarro. “Lo que hicimos fue aislar y caracterizar bioquímicamente una toxina del veneno de un caracol marino llamado Conus princeps. Posteriormente hicimos un estudio electrofisiológico para conocer la actividad de la toxina en canales iónicos de neuronas de ganglio dorsal. Estos y otros estudios nos permiten saber si este componente bioactivo podría ser candidato a convertirse en un fármaco más adelante.

“Se trabajó en conjunto con el equipo del Dr. Enrique Soto de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), y lo que descubrimos fue realmente interesante. Esta toxina activa canales iónicos de calcio, lo cual es un descubrimiento muy importante porque hay enfermedades del sistema nervioso central que se relacionan con un mal funcionamiento de esta familia de canales iónicos, y esta toxina podría convertirse en un fármaco para poder curarlas”, señaló Daniela.

Para saber con precisión si podrá o no utilizarse como fármaco, indicó que hacen falta más estudios in vitro, en cultivos celulares, así como evaluación de la respuesta farmacológica in vivo en modelos animales, antes de poder evaluarlo en humanos. “Todavía falta mucho por realizar. La investigación farmacéutica dura regularmente de 10 a 15 años, desde que se descubre la molécula hasta que llega un medicamento que podemos comprar en la farmacia”, indicó.

Además de reconocer el estudio que realizó como tesis de maestría, dijo que el jurado también valoró el trabajo que desde hace tres años realiza en el campo de la divulgación científica con el grupo “Química Divertida”, que ella misma coordina.

“Empezó como una idea de crear nada más una página en Internet, en Facebook, donde la gente pudiera encontrar información de cosas que nos pasan en la vida cotidiana. Tan sencillo como, por ejemplo, ¿por qué brillan las luciérnagas?, o preguntas que me hacían los niños como ¿por qué si mezclo cloro con Coca Cola se vuelve transparente? o ¿cómo se hacen los medicamentos? Esas preguntas me llevaban a hacer diferentes posts, es decir, como pequeños cartelitos en los que explicaba con palabras sencillas por qué pasaban ciertos fenómenos relacionados con química”.

Al establecer alianza con alumnos de la licenciatura en Nanotecnología de la UABC y CETYS, el grupo creció. “Actualmente somos alrededor de 25 personas. Tengo muchos estudiantes que están interesados en participar, y eso me da bastante gusto, y poco a poco nos han ido conociendo. Incluso son las escuelas las que ya nos invitan a mostrar nuestros experimentos y pláticas, y con mucho gusto nosotros ofrecemos las actividades”.

Respecto a sus planes, dijo que pretende consolidar “Química Divertida” y obtener su registro como asociación civil, además de enfocarse en fomentar la ciencia en las nuevas generaciones, en especial en las niñas. “La idea es crear actividades para que las niñas se puedan integrar a la ciencia, no solamente a la química sino en las demás ciencias, como la física, las matemáticas, la biología o la astronomía. Ese es el rumbo que queremos darle a “Química Divertida”.

“Y en el área de la investigación, estoy haciendo el doctorado en CIDETEQ Tijuana. Lo que estoy haciendo es trabajar con biopolímeros para fabricar nanotransportadores de fármacos, pero también estoy integrando parte de lo que aprendí en el CICESE, que me ha servido mucho. Sigo trabajando en investigación biomédica; ese es el eje que quiero tomar, pero también integrarlo con bionanotecnología; es decir, descubrir nuevas moléculas de interés farmacéutico y aplicar herramientas nanotecnológicas en el tratamiento de enfermedades. Estos son mis planes en investigación, quiero terminar el doctorado, continuar con un posdoctorado y más adelante tener una posición como investigadora”.