12/2019 Investigaciones del CICESE contribuyen a la conservación del pepino de mar café

Ensenada, Baja California, México, 1 de marzo de 2019. El pepino de mar café es un equidermo de alto valor comercial cuyo precio alcanza hasta 500 dólares americanos el kilo de producto seco, llamado beche-de mer. En consecuencia, existe un fuerte incentivo para su aprovechamiento, lo que lo llevó al borde de la extinción comercial en los años 90 y obligó a que fuera incluido en la NOM-059-ECOL 1994 en la categoría “en riesgo”, lo que impulsó una veda total.

En 2002 se levantó esta veda y se permitía su aprovechamiento siempre y cuando se sustentara en estudios técnicos que demostraran que no peligraba su población. Es así como en 2005 el CICESE, a través de un grupo de Ecología y Pesquerías de la Zona Costera, inició la evaluación poblacional de este valioso recurso en la costa oriental de Baja California.

Desde 2008 y hasta la fecha se han otorgado permisos, pero lamentablemente no siempre atendiendo las recomendaciones técnicas, lo que aunando a la pesca ilegal muy intensa ha mermado las poblaciones.

Por ello, en 2018 se presentó la evaluación del pepino de mar café (Isostichopus fucus) bajo los criterios del Método de Evaluación de Riesgo de Extinción de las Especies Silvestres en México (MER), establecido en la NOM-059-SEMARNAT-2010, con el fin de evaluar su estado de riesgo y elevarlo de “sujeta a protección especial” (Pr) a especie “amenzada” (A).

Este trabajo fue elaborado por el doctor Luis Eduardo Calderón Aguilera, investigador del Departamento de Ecología Marina del CICESE; los doctores Luis Hernández y Héctor Reyes Bonilla, del Departamento Académico de Biología Marina de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS); la M.C. Georgina Ramírez Ortiz, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C. (CIBNOR) y la doctora María Dinorah Herrero Pérezrul, del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del IPN.

El MER considera cuatro criterios para solicitar el cambio de categoría en dicha norma oficial mexicana, según explicó el Dr. Calderón Aguilera.

En primer lugar, se evaluó la amplitud de distribución. El pepino de mar café se encuentra en el Pacífico Oriental Tropical, desde el Alto Golfo de California hasta el norte de Perú, incluyendo islas oceánicas como las Galápagos, Isla Cosos y Malpelo. También se ha registrado en todos los estados costeros del Pacífico mexicano, a excepción de Chiapas.

El pepino de mar café vive en los fondos marinos, desde la zona submareal hasta los 61 metros de profundidad, con preferencia por los sustratos duros. A pesar de que el porcentaje de ocupación del territorio mexicano es relativamente pequeño, la presencia del pepino de mar café en el litoral mexicano no se considera restringida debido a su amplia distribución geográfica en las costas del Pacífico. Es por ello que el valor de riesgo asignado en este aspecto es 2 (en una escala que va del 1 al 4).

El segundo punto por considerar fue el estado del hábitat con respecto a su desarrollo natural. El pepino de mar es una especie de hábitos bentónicos que suele encontrarse en fondos arenosos donde se alimenta, y en fondos rocosos donde se refugia durante el día. En la región de las islas Galápagos se pudo observar que prefiere fondos rocosos que estén dominados por algas verdes, mientras que en Baja California se encontró que prefiere hábitats de roca y coral.

En cuanto a la actividad pesquera, no parece provocar disturbios en su hábitat, ya que el método de pesca es captura manual por medio del buceo. Por otro lado, en temporada de pesca se registró que los únicos disturbios fueron por el uso de ganchos o anclas para evitar la deriva de la embarcación. En este sentido la evaluación para el criterio del estado de hábitat es de 2 (escala que va de 1 al 3).

El tercer criterio es la vulnerabilidad biológica intrínseca del taxón. Algunas especies de pepino de mar han registrado como medio de defensa la producción de algún metabolito para alejar a los depredadores. No obstante, el pepino de mar café no muestra ninguna estrategia de defensa química, posiblemente por la falta de depredadores en su estado adulto. Sin embargo, en etapa larvaria es muy probable que sea susceptible a ser depredado debido a la falta de estructuras que le permitan evadir organismos planctívoros.

Por otro lado, la pesca desmedida y la falta de una cuota establecida por la autoridad han sido la mayor amenaza del pepino de mar café. Asociado a lo anterior, la escasa movilidad y larga sucesión generacional, ha llevado que las poblaciones se encuentren en los niveles más bajos de su historia en la región del Pacifico Oriental Tropical.

El pepino de mar café fue declarado en peligro de extinción por el gobierno mexicano en 1994. Sin embargo, el precio en el mercado asiático ha ido aumentando, lo que ha promovido su pesca ilegal en prácticamente toda su distribución geográfica. Las condiciones particulares de su biología, un pausado crecimiento y alta mortalidad natural, lo convierten en una especie susceptible a ser sobreexplotada e incluso extinguir algunas poblaciones locales sujetas a la pesca. El valor asignado al criterio de vulnerabilidad es 3 (escala 1 a 3).

Los asentamientos humanos en zonas costeras resultan de gran impacto en el ecosistema del pepino de mar. No obstante, la extracción ilegal de la especie sigue siendo la mayor amenaza y la razón principal de la reducción de la población. Por ello, el valor asignado al criterio del impacto humano en el taxón es de 4, el máximo en esta escala.

Sumando todos los valores, obtenemos un resultado de 11, puntuación que sitúa al pepino de mar café (I. fucus) en la categoría de “amenzada” (A). De acuerdo al MER, una puntuación mayor a 12 ubicaría a la especie en categoría de “en peligro de extinción” y una menor a 10 en “sujeta a protección especial” como se encuentra hoy en día.

“Actualmente se encuentra en espera la publicación en el Diario Oficial de la Federación la actualización de la NOM-059 para que entre en vigor la nueva categoría”, concluyó el Dr. Calderón.